El barco salia sobre las 5 y media. Llegamos con bastante tiempo de antelación.
Al subir nos dieron la tarjeta magnetica que abria nuestro camarote y dejamos las maletas.
Como veis en las fotos, eran de 2 personas con litera, bastante pequeños.
A las 7 u 8 abrían la tienda sin impuestos del barco, y la gente empezó a hacer cola con tiempo, tras dar una vuelta por el barco.
Todo el mundo estaba ansioso por comprar su bebida y se juntó mucha gente a la hora de pagar y todo el rollo.
Lo siguiente fue beber la susodicha bebida, y prepararse para la disco, q abría pronto y cerraba tarde.
No hay mucho que destacar del resto del viaje.
Solamente que el barco se movia bastante por la noche, y que me mareé los dos días y vomité también los dos días.
La primera noche fue desastrosa. Cuando me fuí a dormir, al tumbarme en la cama, me entró el mareo y eché todo.
Al día siguiente por la mañana todavía eché la bilis y me sentía fatal así que decidí seguir durmiendo, con lo que me perdí la visita a Riga.
Solamente bajé del barco un poco menos de una hora antes de zarpar, qué le vamos a hacer.
Me pareció una ciudad bastante vieja y poco iluminada, típica de el este de Europa.
Supongo que el centro y la zona de negocios estarían mejor, pero eso lo veré cuando pongan el Street View de Riga en el Google Maps.
La verdad es que solo he vomitado una vez en mi vida después de beber alcohol, asi que supongo que fué un factor bastante importante el efecto del barco. No penséis que me puse como una cuba, porque el segundo dia bebí menos por si acaso y también me mareé.
Conclusión, Biodramina is your friend.
Lesson learned.